domingo, 16 de diciembre de 2018

Sí se puede volver a amar... Aunque no sea la persona correcta!


Hace casi 5 meses en una situación muy difícil conocí a alguien, alguien que hasta ahora entiendo, era un instrumento necesario para acompañarme en ese proceso. Lo conocí en una situación un tanto difícil, necesitaba me ayudara con algo que era muy importante para mí, no me gustó aunque era simpático, ni siquiera me llamó la atención, pasaron dos semanas en que yo ya había dado todo por olvidado, y él me llamó y hasta ese momento creí que era para darme respuesta de aquello que había solicitado, pues NO, era para saber de mí, y después de ese momento hablamos casi todos los días, cualquier cantidad de cosas sin relación por lo que lo conocí. Se convirtió en un amigo, comencé a conocer de su vida, su personalidad, un poco sus gustos, y hasta sus defectos, en definitiva era un chamo muy lindo, un buen tipo. Al pasar los meses y por sus terribles ocupaciones casi no podía verlo, pero siempre estaba pendiente de mí, incluso al llegar tarde de sus jornadas de trabajo, se tomaba el tiempo para hablar conmigo. Me acostumbré a él, a sus palabras bonitas, a lo dulce que era, no muy expresivo pero a veces con frases contundentes que me hizo saber que le gustaba, o era lo que creí en ese momento. Me ilusioné, comencé a quererlo, pasaron algunos meses y me pedía tuviese paciencia, que lo esperara, que pronto podríamos estar juntos y creí que por primera vez en casi 3 años había alguien que hacía latir mi corazón y por el que estaba dispuesta a esperar, alguien que valía la pena, el tiempo, la vida. Él no lo sabía, pero yo hace mucho tiempo no le abría mi corazón a nadie, hace mucho nadie me hacía sonreír, hace mucho nadie me hacía poner nerviosa al verlo, nadie me inspiraba a ser amorosa y detallista, en definitiva me hizo renacer como mujer nuevamente. Fue un buen compañero en ese momento difícil, fue una ilusión, ese algo bonito en un momento muy duro de crisis personal que me daba fuerzas aún sin saberlo. Pasaba el tiempo y por casualidad o cuestión del destino comencé a trabajar en conjunto con él, estar en su entorno, y me di cuenta de muchas cosas sin siquiera buscarlas, no era la persona que pensaba, no era la persona que idealicé, algunas de esas cosas las confronté, me dijo que no eran ciertas que confiara en él y decidí creer en él y confiar en la persona que conocía yo, no en lo que me decían personas que apenas estaba conociendo. Pero  llegó el momento en que la realidad me arropó, ya la falta de tiempo para mí, el no poder vernos, el status de amiga, el no darme el valor que tenía, la falta de interés, más todo lo que decían era un signo inequívoco de que algo pasaba, que algo estaba mal. El evadía cuando le decía que ya no más, y se hacía de oídos sordos, no escuchaba lo que decía, y seguía tratándome como si nada pasaba, ya me hacía daño, ya me hacía llorar. Y lo que jamás podré perdonar es que me hiciera dudar de mí misma, preguntarme si no era lo suficientemente bonita, si tenía algo mal, si estaba muy gorda o estaba haciendo algo mal para que él no me quisiera y lo digo con lágrimas en mis ojos. Y pasó lo que hace mucho había evitado, que me rompieran nuevamente el corazón. En medio de todo esto, conocí a tres amigos, tipos que me obligaron a verme nuevamente al espejo y reconocer lo preciosa que soy. A ver que esa chama que daba todo por alguien que no me valoraba, merecía un tipo que me amara de verdad, que me viera como yo era capaz de verlo a él pero que no se daba cuenta, y que aunque estuviese confundido o no sepa que es lo que quiere yo no merecía esperar por alguien que no estuviese seguro de que lo que quería era YO, era estar conmigo. Una noche tomé valor, y le dije que ya no más. Que no me buscara más y dijo Ok. Me dolió, me duele aún pero ese Ok fue por primera vez en su vida conmigo un acto de sinceridad. Dos días después aún duele, es pronto aún, pero era necesario aceptar que no le interesas a alguien sólo porque a ti sí, porque lo que tú estás dispuesta a dar o a hacer por alguien no condiciona a esa persona a darte y hacer lo mismo por ti. Ese día un chico hermoso me vió llorar y me dijo “Cómo es posible que una mujer tan preciosa como tú esté llorando por cualquier pendejo? Eres preciosa Mujer, no llores por un tipo que no vale la pena, por alguien que ni sabe lo que quiere, sé feliz, sonríe, la vida es para vivirla y ser feliz” Secó mis lágrimas y me hizo reír a carcajadas toda la noche. Ese mismo día supe de cosas y noticias excelentes que fue por lo que conocí a este muchacho y no sabía si llorar por perderlo o por lo que había recuperado. Entiendo que el tiempo de Dios es perfecto y todo pasa porque así debe ser. Ese día supe de gente que pensaba que yo era hermosa y ni siquiera lo sospechaba. Se abrió un mundo de posibilidades. Un abanico de opciones y yo andaba cegada, enfocada en ser para una sola persona que no pensaba lo mismo de mí, sin embargo le agradezco, le agradezco el cariño, el tiempo, las sonrisas y sobre todo porque me ayudó a ser una mejor mujer, me ayudó a encontrar nuevamente mi esencia, mi dulzura y mi fé en que podía amar una vez más. Aunque sé que ni va a leer esto y ni se enterará. GRACIAS! Gracias porque esto me hizo darme cuenta que sí puedo amar bonito una vez más, que esto simplemente me está preparando para un hombre que me ame como la canción de Ed Sheeran, que para él yo sea Perfecta!